Vil invierno

En invierno el alma está latente, pero dormida.
El corazón en ocasiones hiberna, se oculta en la maleza, como un cervatillo temeroso de los depredadores.
La mente a veces también hiberna, se toma largas temporadas de descanso, como una dionea dando tregua a los mosquitos.
La conciencia a veces también hiberna, se olvida del resto del planeta, como una ardilla inquieta pero con frío.
Antes de primavera… hay que salir del letargo…