Tomo la calle
como quien roba un banco
y a punta de poesía
me convierto
en enemiga pública
apología del arte
enaltecimiento de lo vivo
todo tan inapropiado
para un público acomodado
que este peligro
quizás hay que vetarlo
denuncienme
a las autoridades
y no se olviden
de descontextualizarme
y una vez hecho
publiquen en sus medios
mis ironías
y mis poesías llenitas
de apología.