Cifras y letras

Ella era quizás
solo una cifra más
la número 26 de aquel año
víctima del patriarcado
él era quizás
otro suicida más
presunto asesino
yo no me lo explico
parecían una pareja normal
quien iba a imaginar
y presuntamente la han matado
y presuntamente quizás lo haya buscado
y los medios que dicen
todo el rato
apareció muerta
su presunto agresor
después se mató
y la gente dice
porqué no se mató primero
es que nadie entiende el juego
pinchó su balón y ohh pobre dios
ya no puede jugar sin balón
Yo a este juego no quiero jugar
si nos cosifican nos van a matar
porque somos suyas
porque merecemos
lo que nos pasa
por salir de noche
por todos los reproches
por salir en bragas
por usar máscara de pestañas

Los titulares
siempre patriarcales
recuerdan
que apareció muerta
mientras las vecinas cuentan
que no se lo explican
que eran una pareja normal
y parecían muy enamorados.

Miramos hacia otro lado
 y decimos
la violencia no tiene género
más allá del humano
 pero hoy otra cifra
engrosa la lista
y ella solo es quizás
otra víctima más
de la violencia patriarcal
y nadie sabe cómo se llama
y la sociedad anestesiada
en la cotidianeidad de las cifras
de números y estadísticas.






Este bebé

Este bebé, cuyas nanas,
trompetas de tanques y de aviones,
le quitaron el sueño, 
no conoció a su padre.
A este bebé le acunaron las bombas de racimo.
Este bebé que no sabe de dioses,
de tierras ocupadas ni de olivos,
siente el frío peso de la muerte sobre su espalda.
Sobre la espalda de su madre 
que le mece en su regazo,
y le riega de lágrimas el cuerpo.
Sobre su casa,
sin techo,
fruto de la ira 
de quien puede matar 
y seguir durmiendo.
Este bebé 
que no conoce el cielo abierto
 y en cambio tiene 
el corazón abierto 
clamando al cielo que pare esto.
Este bebé
que tiene el cuerpo masacrado
 y aún no sabe hablar pero conoce
 las palabras miedo,
desolación, tristeza, muerte.
Este bebé,
que lleva años muriendo frente al mundo,
y el mundo,
el mundo ciego.