Tan tan cursi

Llevo años apuntalando el corazón, fijándolo al suelo para que no se mueva. Blindándolo, sellándolo, rodeándolo de fosos, amurallándome el pecho. Hace ya tiempo que no dejo que penetre la luz en mis entrañas, por miedo a la ceguera.
Hace como un siglo que desaprendí a querer, y a dejarme querer, y a que me hieran. Hace como dos siglos que me suena cursi el amor y que no entiendo las bodas ni las frases con boli en las carpetas.
Así que ahora de un golpe es imposible tirar tantas murallas, lo que si puedo es abrir un poco la ventana, y dejar que entre la luz de tu mirada.