A ti, que distingues a las personas por su género, por su color, por su lado del mundo, por su dinero, he de decirte que no eres especial, que no eres más que ellos, que no eres menos.
¿Sabes? yo también tengo prejuicios, también distingo a las personas por su raza, porque, aunque parezca una redundancia, existen personas humanas, pero también , personas no humanas, personas mezquinas. Yo también distingo a las personas por su color, lo siento, pero no puedo con todas esas personas grises que no hacen sino destrozar a otras. Y, confieso nuevamente, también hago distinciones entre géneros. Porque el género humano siempre será de mi agrado, pero el género bestia, el que se nutre de violencia en cada trato, ese no soy capaz de tolerarlo.
Y sí. por último, también me fijo en la opulencia, y reincido en prejuicios al ver como hay personas que solo miran su ombligo hacia fuera en su tripa rellena, sin fijarse en que en el otro hemisferio las tripas se hinchan solo de aire.
A ti, persona intolerante (persona humana, en tu caso, sería mas que redundante contradictorio) yo no te tolero.