Declaración de intenciones

Cuando nos atraviesa el pecho
el lastre del deber
y confundimos  lo banal con lo importante
se desdibuja la estrecha linea de la coherencia
y vendemos nuestro tiempo
para comprar cosas
que en realidad no queremos
pero alguien dijo
quiere esto
quiere esto
quiere esto
necesitas esto
lo necesitas
porque 
como puede ser 
que haya aún personas
sin televisor
y digo yo
con todo mi dinero
compraría tiempo
tiempo para estar allí donde quiero
y tiempo
para ser
algo más
que mano de obra
¿cómo puede ser 
que no tengas aún
 permiso de conducir?
Pero tengo mi permiso para ir dónde quiero
Y dicen
que suerte
 encontraste trabajo de lo tuyo
y dicen ojalá te renueven
y yo que cuento los días que faltan
cómo condena
y apunto cada día a lápiz en la mesa, 
me pregunto
¿qué es lo mío si no es jugar, 
con las palabras o también
payasear que no es sino otra forma de jugar?
Me dicen que del arte no se vive
y yo digo
 que el arte 
es lo que me hace vivir
y que no necesito
un coche ni una casa ni una tele
Me dicen no tienes ya edad para hacer esto o aquello
y bueno
quizás no fui valiente para hacerlo antes
pero sigo creciendo
y sigo creyendo
que las cosas más importantes
ni se venden ni se compran
Viste que ahora
me alejo otro poco
del deber
para acercarme al ser
y es cuestión de tiempo
que no de dinero
que en realidad me encuentre
trabajando en lo mío.